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Índice

  1. Introducción
  2. Arquitectura de Grecia y Roma: viviendas y templos
    1. La vivienda: construcción de la Domus y decoración pavimental
    2. Los altares y los espacios de culto de planta circular
  3. Escultura romana y griega, ¿Cuál es cuál?
    1. El problema de los originales griegos
    2. El relieve arquitectónico: Altar de Pérgamo, Ara Pacis y los arcos de triunfo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Introducción

Estas dos civilizaciones clásicas sentaron las bases del arte en todos los ámbitos, unas bases que nos siguen acompañando hasta la actualidad. Pero, ¿quién influenció a quién? Por desarrollo temporal, Grecia comenzó a sentar las bases del arte antes que Roma, quien adquirió su gusto por las formas helenísticas a través de las conquistas y el expolio. ¿Pero no llevó esta adquisición y copia de originales a que el arte romano fuera absorbido por la vorágine estilística griega?

Como ya vimos en el anterior artículo, durante todo el desarrollo del arte y ya desde el mundo antiguo, la copia de originales era frecuente. También, gracias al comercio y las conquistas, los artistas de diferentes territorios compartían composiciones y colores. Ante todo, lo fundamental era el uso del arte para destacar la importancia de los dirigentes o de la religión.

Con sus diferencias en cuanto al mensaje que se buscaba transmitir, la función o el desarrollo estético llevado a cabo, está claro que la influencia griega fue una pieza clave para el desarrollo artístico de Roma. Este hecho vino dictado por la voluntad de las familias más ricas de tener las obras de las tierras conquistadas en su propia casa, como una forma de hacer ver su poder y su cultura. También durante el último periodo del Imperio romano se intercambiaron influencias artísticas entre la zona oriental y la occidental, tanto como una forma de representar el poder como para asemejarse a una zona con diferentes connotaciones políticas y religiosas que se reflejaban en el arte y sus composiciones. A lo largo de este post hablamos de la influencia artística en el mundo clásico de Grecia y Roma.

Arquitectura romana y griega

Vivienda griega y romana

Nos centramos para empezar en las viviendas romanas. Las domus y villas fueron las viviendas de la población con más poder económico y posición social. Observamos que el modelo arquitectónico de la Grecia helenística influye en las construcciones de roma que también evolucionan a partir de la herencia etrusca. La construcción alrededor de un patio, con una o dos alturas únicamente, estancias que gozaban de pinturas mitológicas y vegetales en sus paredes… ¿No es tal como imaginamos una domus de Pompeya? (Puedes explorar más sobre las últimas domus pompeyanas abiertas al público en este enlace)

Debido a las conquistas de territorios, los romanos adquirieron referentes del mundo antiguo y refinaron sus gustos también en cuanto a sus viviendas. Además, las clases pudientes comenzaron a ubicarse en espacios más grandes, fuera de la ciudad, en vez de los típicos bloques de edificios llamados “insulae” de las barriadas de roma. Ya no solo la estructura, también los pavimentos de las domus romanas se decoraron con motivos geométricos o figurativos mitológicos, tal como aparecieron en las casas griegas. Para poder compararlo, solo tenemos que echar un ojo a los mosaicos de Delos y de Pompeya.

Mosaico de Delos. Siglo II aC. (Foto de Adobe Stock) 1 Domus o casa del Menandro. Pompeya. Siglo III aC. (Foto de @pompeii_sites en Twitter)

En ambos mosaicos, vemos el uso de pequeñas teselas que forman un conjunto bicolor y describe una imagen donde la mayor coincidencia se encuentra en los motivos geométricos. El uso de mosaicos para decorar el suelo, pero también las paredes en la antigua roma fue muy extenso. Además, más adelante llegará el exponente del mosaico con pasta vítrea y en color en el Imperio Bizantino con capital en Constantinopla. Esta referencia directa del mosaico romano al griego denota que, quien podía permitírselo, quería gozar en sus estancias de los mismos mosaicos que habían visto en las conquistas de territorios helenos. De hecho, es conocido el flujo de artistas de cualquier ámbito de la parte oriental a Roma, el nuevo centro sociocultural, político y económico del mediterráneo.

Los altares y los espacios de culto de planta circular

En diferentes edificios del Foro Romano, el equivalente al Ágora griega, se utilizó el frontón de los templos como marco arquitectónico, tal como se hizo ya primeramente en Micenas y más tarde en la Grecia Clásica. La construcción de la misma manera que los griegos, amoldando los espacios según el interés y la creación de esculturas de gran tamaño en representación de deidades o del emperador, fueron referencias claras del arte romano a su antecesor, llegando incluso a superarlo. Los órdenes griegos clásicos, el dórico, jónico y más tarde el corintio, fueron bien recibidos por los romanos y rápidamente incorporados en su lenguaje arquitectónico, desarrollando como aportación propia el orden toscano y situándolos juntos en edificios como el Coliseo.

De la misma manera, el modelo de construcción redonda para el templo, el mausoleo de enterramiento o los edificios que albergan esculturas, cultos y espacios para la población bebían directamente de los que ya existían en el ática. Destacamos particularmente el Templo de Vesta o el templo de Hércules Víctor en el Foro Boario, que encuentran su precedente en el Tholos de Atenea Pronaia, en Delfos. 

Tholos de Atenea Pronaia. Delfos, siglo IV aC. (Foto de Flickr) | Templo de Hercules Victor. Foro Boario de Roma, siglo II aC. (Foto propia) | Templete de Bramante. Roma, siglo XVI.  (Foto propia)

Añadir en esta comparativa el templete de Bramante, arquitecto del renacimiento, no ha sido casual, pues los órdenes clásicos y las tipologías arquitectónicas para los templos fueron retomadas siglos más tarde gracias al descubrimiento, observación y estudio de las ruinas de lo que fue la capital del Imperio. Además, estas influencias grecorromanas del renacimiento se combinan con las del arte paleocristiano, como exploraremos en el siguiente artículo.

2. Escultura romana y griega: ¿Cuál es cuál?

El problema de los originales griegos

La copia masiva de originales griegos por parte de los escultores de roma y la pérdida de muchas de estas obras helenas en los expolios, las guerras o los trayectos hacia la península itálica hacen que sea difícil distinguir un original griego de uno romano. Podemos tomar como obras griegas originales las figuras de los frisos y frontones del Partenón, que presentan innovaciones como los paños mojados en esculturas de gran tamaño. 

Figuras del tímpano del frontón este del Partenón, s.V aC. British Museum. (Foto de: Historia del arte. Temas, imágenes y comentario)

De la misma manera que en este grupo de figuras y en otro original de escultura griega, esta vez de bulto redondo, podemos observar como los griegos dominaban la técnica de los paños mojados que Roma, en la mayoría de sus esculturas, no logró alcanzar con tal nivel de perfección. 

Volviendo a la copia de originales, nos centramos en el caso de la Venus de Cnido de Praxiteles, de la cual se conoce el posible aspecto gracias a la copia romana conocida como Afrodita Belvedere. Las venus es un caso excelente para ver cómo la influencia griega afectó a roma en la reproducción masiva de un referente escultórico, copiado por todos los rincones del Imperio y reinterpretado según lo que buscaban representar en cada momento. Gracias a la copia, Roma se nutrió del espíritu griego para, en ocasiones, reformulando con propuestas innovadoras en diferentes posiciones y expresiones en el caso de las venus. La figura de la Venus sirve como modelo de mujer desnuda en las copias y nuevas esculturas romanas. Como ejemplo de copia romana de figura femenina incluimos también aquí el caso de la Pudicizia, una copia de un original griego. 

Venus de Milo (único original griego), s.II aC. Museo del Louvre. (Foto de: Wikipedia) | Venus de Belvedere, s.III. Museos Vaticanos. (Foto de: Línea Serpentinata) | Venus Colonna (la copia más cercana a la desaparecida Afrodita de Cnido de Praxiteles). Museos Vaticanos. (Foto de: Línea Serpentinata) | Pudicizia, s.I. Museos Vaticanos. (Foto propia)

La copia de obras también sirvió para llevar a Roma piezas griegas que no podían moverse de su lugar, en un intento de imitar a la tierra conquistada que, estilísticamente, era superior. Es el caso de la cariátide que encontramos en los Museos Vaticanos y que remite directamente a los originales del Erecteion, en la Acrópolis.

Fue debido a figuras como Plinio y su Historia Natural que el arte romano y el importado de Grecia quedó registrado para la posterioridad. Gracias a sus escritos, ya durante el renacimiento pudieron identificarse obras grecorromanas en su descubrimiento y se ha vuelto a él para consultar sobre la producción artística de roma basada en la helénica. 

Hemos de tener en cuenta que el material preferente en Grecia fue el bronce, por sus capacidades plásticas y flexibilidad, antes que el mármol. En cambio, generalmente las copias romanas se realizaron en mármol mediante la técnica del sacado por puntos.

Cariatide romana del Braccio Nuovo, Museos Vaticanos. (Foto propia)

Resulta de interés el Marte de Todi, escultura del s.V aC, en época etrusca, y que conserva referencias al arte griego de la época de Fidias y Policleto, que además está realizado en bronce. Esta obra nos habla de las dimensiones, del material de uso común en ambas culturas y de como ya en época temprana, el conocimiento de lo que realizaban en la otra parte del Mediterráneo y el intercambio de influencias era común en el arte. 

Para finalizar, recordamos la idea de Wheeler defendiendo la tesis de que “El arte romano no es una copia del griego sino una evolución en un contexto histórico, cultural, de pensamiento y de capacidades diferentes por lo que ha de estudiarse como distinto” y es una idea clave para entender que, aunque la mayoría de esculturas las conozcamos por copia romana o que se pueda percibir mucha influencia en el resto de artes, el arte romano tiene otros “por qué” diferentes a los de Grecia y es algo diferencial y necesario para comprender cada estilo artístico en su contexto, más allá de la generalización como “mundo clásico”. 

Marte de Todi, s.V aC. Museos Vaticanos. (Foto propia)

El relieve arquitectónico del Altar de Pérgamo, el Ara Pacis y los arcos de triunfo

El relieve arquitectónico fue, como en las civilizaciones anteriores, de gran importancia tanto en Grecia como en Roma. En la zona helena vemos su uso en los tímpanos, a partir de Micenas y con el máximo exponente en los frontones del Partenón. A su vez, el Altar de Pérgamo (siglo II-I aC) es un gran ejemplo de relieve arquitectónico. En él, las figuras se conectan entre sí y presentan un tallado profundo que genera contrastes lumínicos, el claroscuro. La zona donde se erigió está situada en Asia Menor. Fue una zona de influencia griega clave en los lazos con Roma y sirvió de referente a las obras romanas.

Este relieve es de temática mitológica y, de la misma manera, solo que ahora desplazando el centro hacia el poder de los gobernantes se presentan las imágenes del Ara Pacis. Representando una procesión con todas las figuras de la familia imperial, se combina con las imágenes mitológicas romanas y con la vegetación en la parte inferior. 

Altar de Pérgamo, s.II-I aC. Museo de Pérgamo, Berlin. (Foto de: Flickr) / Ara Pacis, s.I aC. Museo del Ara Pacis, Roma (Foto propia)

Ejemplo también del uso de relieves son las columnas historiadas, siendo la de Trajano la más famosa por su gran proliferación. Pero otro elemento conmemorativo que también era decorado con relieves fueron los arcos. En el arco de Tito vemos como el relieve que narra las conquistas y victorias del emperador sigue evolucionando estilísticamente. El uso de relieve alto, medio y bajo crea diferentes contrastes lumínicos y se potencia la direccionalidad con la posición de los elementos. Es el arco más sencillo comparado con los siguientes erigidos. Comparándolos, vemos que visualmente los relieves del Ara Pacis son los más evolucionados por su calidad técnica, siendo estos de clara influencia helenística. Aunque hemos de tener en cuenta el paso del tiempo y la degradación, así como las restauraciones que puedan afectar a la apariencia de lo que vemos. 

Relieve del Altar de Pergamo, s.II-I a.C. (Foto de: Flickr) / Relieves del Arco de Tito, s.I (Foto de: Wikipedia) / Relieves del Ara Pacis, s.I a.C.

Conclusión

En conclusión, creo que es imposible interpretar una obra de arte correctamente sin tener en cuenta su contexto social, político, artístico y las relaciones con los pueblos cercanos y contemporáneos en el tiempo. Gracias a los intercambios comerciales y debido a las guerras y expolios, unas obras fueron nutriéndose a partir de otras hasta conformar etapas artísticas de gran similitud o con la misma inspiración, a partir de la cual se llegaron a soluciones originales, propias y centradas en el propósito del momento.

El caso más evidente y conocido es el del influjo que la cultura y arte griegos realizó sobre la romana y deja la duda de quien colonizó a quién. Los romanos combinaron su propia cultura de antecedentes etruscos con lo que le aportan los nuevos territorios conquistados, mimetizándose y creando un nuevo arte particular con énfasis en la grandeza de las familias adineradas y de los grandes emperadores. Este es uno de los primeros casos en el que es verdaderamente patente una voluntad de copia de otras creaciones artísticas para hacer alusión a sus valores, como representación de una entidad más sabia a la que la nueva capital debía parecerse. Recrearon la grandeza en la arquitectura y representaron el poder por medio de la escultura con la copia e interpretación de las obras griegas.  

Gracias a la interpretación artística del arte anterior por las nuevas civilizaciones se pudo llegar a soluciones artísticas más elaboradas, con otros significados y usos que, en muchas ocasiones, ayudaron a completar la profundidad artística de las obras, como sucede, sobre todo, en el caso de Roma. En el próximo artículo veremos como esta reinterpretación continua en época del Renacimiento, el Barroco y como también seguimos utilizando el mundo clásico y el renacentista en las creaciones comerciales actuales del mundo de la publicidad o la música. 

Bibliografía

  • Janson, H. W. (1995, 31 agosto). Historia general del arte: 1. El Mundo Antiguo (Spanish Edition) (edición). Alianza Editorial.
  • Torre, C. M. de la, Asensio, J. J. S., Sainz, I. V., de la Torre, C. M. & de Gracia y Asensio, J. J. S. (2016). Arte de las grandes civilizaciones clásicas: Grecia y Roma. Alianza Editorial.
  • Monedero, A. J. D. & Sánchez, C. (1997). Arte y poder en el mundo antiguo. Ed. Clásicas.
  • Wheeler, M. (1996). El Arte y La Arquitectura de Roma. Destino Ediciones.
  • Papaioannou, M. (2007). The Roman domus in the Greek world. British School at Athens Studies15, 351–361. www.jstor.org/stable/40960605